Las alteraciones que la hipertensión arterial provoca en el árbol vascular y en el parénquima retiniano se originan por dos mecanismos principales:
- El aumento de tono de las arteriolas, como consecuencia de los mecanismos de autorregulación retiniana.
- El otro mecanismo es la esclerosis reactiva como consecuencia del estrés continuado que supone la presión elevada y el tono elevado.
Hallazgos
Signos oftalmoscópicos de la hipertensión arterial:
- Disminución del calibre arterial focal o generalizado.
- Aumento del calibre venoso por ingurgitación venosa debido al enlentecimiento de la circulación venosa.
Signos de malignización debidos a la necrosis de la pared del vaso:
- Exudados duros, por extravasación de lipoproteínas.
- Exudados algodonosos, por infartos de la capa nerviosa.
- Hemorragias retinianas redondas (profundas) o en llama (superficiales).
- Edema retiniano por pérdida de la barrera hematorretiniana.
- Edema de papila que define a la hipertensión maligna.
Signos oftalmoscópicos de la esclerosis vascular:
- Pérdida del brillo vascular (arterias en hilo de cobre y arterias en hilo de plata).
- Cambios en los cruces arteriovenosos:
- A nivel del cruce arteriovenoso la arteria y la vena comparten la adventicia, por lo que la esclerosis a este nivel se traduce en la compresión, ocultamiento y afilamiento de la vena que son los signos de Gunn, y al cambio de dirección de la vena que es el signo de Salus.
Clasificación
Teniendo en cuenta estos mecanismos podemos hacer una clasificación de la retinopatía hipertensiva haciendo hincapié en que muchas veces no es posible diferenciar, ni separar los cambios producidos por las dos vías, como la clasificación de Keith-Wegener que aúna los hallazgos oftalmoscópicos de la hipertensión arterial y de la esclerosis vascular junto con el grado de afectación sistémica:
- Grado I: mínimo estrechamiento arterial y mínimos signos de cruce sin compromiso sistémico.
- Grado II: estrechamiento arterial generalizado y focal en hilo de cobre y algún signo de cruce; mínimo o nulo compro- miso sistémico.
- Grado III: arterias en hilo de plata, signos de cruce más marcados y presencia de exudados y/o hemorragias. Puede haber afectación renal cardíaca o cerebral.
- Grado IV: grado III más edema de papila. Indica que la hipertensión es maligna.