La vascularización del globo ocular depende la arteria oftálmica, rama de la carótida interna. La oftámica se divide en:
- Arteria central de la retina que entra junto al nervio óptico y vasculariza la casi totalidad de la retina a excepción de la capa de fotorreceptores y el epitelio pigmentario que depende de la coriocapilar.
- Arterias ciliares, que a su vez se dividen en anteriores para músculos y úvea anterior y posteriores que forman la coriocapilar.
La oclusión arterial retiniana produce un cuadro de pérdida visual total si es central, o altitudinal si es de rama, brusca e indolora. Aparece también un defecto pupilar aferente.
Hallazgos
En el fondo de ojo los signos que observamos son estrechamiento arteriolar, la retina presenta palidez y edema generalizado y a nivel del árbol vascular en ocasiones podemos visualizar émbolos impactados. Característicamente la mácula presentará color rojo cereza, al presentar la retina a dicho nivel solo las dos capas más externas cuya irrigación corre a cargo de la capa coriocapilar.
Otras patologías con mácula rojo cereza son:
• El traumatismo retiniano con edema de Berlín (trasluce la vascularización coriocapilar).
• Las esfingolipidosis:
- Enfermedad de Tay-Sachs.
- Enfermedad de Niemann-Pick.
- Enfermedad de Sandhoff.
Etiología
- Émbolos: es la causa más frecuente de obstrucción arterial retiniana. La mayoría provienen de placas de ateroma a nivel de la arteria carótida interna. Otros émbolos pueden ser de origen cardíaco y valvular, grasos (en fracturas), por talco (heroinómanos), aire (en cirugía del cuello)… Frecuentemente presentan episodios de amaurosis fugax (pérdidas transitorias de la visión) por obstrucciones arteriales temporales con posterior recuperación del flujo.
- Angioespasmo, en individuos predispuestos, fumadores, son obstrucciones transitorias que provocan cuadro de amaurosis fugax.
- Arteritis de la temporal, es importante descartarla.
Tratamiento
El tratamiento es el masaje ocular o la paracentesis para producir una reducción brusca de la presión intraocular, intentando facilitar el avance distal del émbolo. Otra posibilidad es pro- vocar la vasodilatación arteriolar mediante la inhalación de O2 al 95% o la inyección retrobulbar de sustancias vasodilatadoras. También se ha usado la acetazolamida para disminuir la presión intraocular. El tratamiento sólo tiene probabilidad de éxito si se realiza en las primeras horas.
Estudio
Todo paciente con una oclusión de la arteria central de la retina debe ser sometido a un estudio sistémico que incluya ECG, ecocardio y doppler carotídeo con la intención de descubrir el posible foco embolígeno y evitar otros accidentes isquémicos.