Técnicas
Para llevarla a cabo existen dos posibilidades:
- Fibrinólisis. Se administran fármacos con capacidad para lisar el trombo.
- ACTP primaria. Se realiza un cateterismo urgente con dilatación y/o implante de stent en la arteria ocluida.
Elección de la técnica
La elección entre una y otra depende de múltiples factores, desde el tiempo de evolución de los síntomas hasta las posibilidades de cada centro para realizar ACTP primaria.
En general, la ACTP primaria ha demostrado mayor tasa de repermeabilización de la arteria, mejorando así el pronóstico de los pacientes, junto con un riesgo de complicaciones menor. Por ello, hoy en día es la terapia de reperfusión de elección.
Se prefiere la ACTP primaria a la fibrinólisis siempre que sea posible realizar la técnica en menos de 2 horas (si la técnica está disponible en nuestro Centro, o si es posible trasladar al paciente en ese tiempo a otro Centro que la pueda realizar), y con cualquier margen temporal si existe contraindicación para fibrinólisis o shock cardiogénico. Fuera de estas dos situaciones, si el tiempo estimado para realizar la ACTP primaria es >2 horas, debe procederse a fibrinólisis.
Resultado
Ambas reducen la mortalidad, el tamaño del IAM y la pérdida de FEVI, así como las complicaciones.
Complicaciones
Durante la realización de las mismas pueden ocurrir arritmias de reperfusión (ritmo idioventricular acelerado o RIVA), que no ensombrecen el pronóstico, tan sólo indican que se ha recuperado el flujo arterial hacia las zonas isquémicas.
Criterios de éxito
Tras la administración del fármaco, se valora si la fibrinólisis ha sido efectiva. Se considera que ha existido reperfusión y que, por tanto, la fibrinólisis ha sido exitosa cuando:
- Desaparece el dolor y desciende el ST > 50% en 60 minutos.
- Aparecen arritmias de reperfusión (RIVA).
- El pico de enzimas cardiacas que se obtiene es precoz (en las primeras 12 horas).
Medidas posteriores
Si la fibrinólisis es efectiva, en general, debe realizarse coronariografía y revascularización de la lesión responsable entre las 3 y las 24 horas siguientes al evento isquémico.
En caso de no reperfusión tras fibrinólisis o reoclusión, debe practicarse una ACTP de rescate; si no se dispone de laboratorio de hemodinámica en el centro, se procederá al traslado del paciente a un centro con dichos medios, de forma urgente.