Fisiopatología
Derrame pericárdico. La inflamación del pericardio de cualquier etiología puede condicionar la acumulación de líquido en la cavidad pericárdica y la sintomatología dependerá de la cantidad y de la velocidad con que se acumule líquido en el saco pericárdico
Etiología
- Viral. Coxsackie B, Echovirus, Influenza, Adenovirus, y Mononucleosis. Es la forma más frecuente.
- Bacteriana.
- Conectivopatías. LES, Artritis reumatoide, esclerodermia, vasculitis (esp. PAN), dermatomiositis.
- Urémica. Uremia crónica o hemodiálisis crónica.
- Neoplásica.
- Posradiación.
- Postinfarto.
- Postpericardiotomía.
Pericarditis aguda viral o idiopática
- – Quizás la forma más frecuente.
- – Preferentemente en sujetos jóvenes del sexo masculino.
- – Está en relación con infecciones por virus de las familias Coxsackie B (el más frecuente), Echo, Influenza, adenovirus, y mononucleosis.
- – Clínica. Se caracteriza por una infección vírica de las vías respiratorias altas manifestada por un síndrome pseudogripal (malestar general, fiebre y mialgias) en las semanas previas, al que se le suman los síntomas producidos por la inflamación pericárdica.
- – Presenta una gran tendencia a la recidiva (25% de los casos). Pericarditis postinfarto (síndrome de Dressler) Visto en las complicaciones del IAM. Síndrome de pospericardiotomía (postinjuria)
- – Tiene una base probablemente inmunológica.
- Aparece en pacientes que han sido sometidos a cirugía ca diaca.
- Cursa con fiebre, dolor precordial de tipo pericárdico, artral- gias y roce pericárdico que puede aparecer en un periodo variable de 10 días a varias semanas. Se asocia a pleuritis y neumonitis.
- Presenta una evolución favorable la mayoría de los casos. Suele recidivar.
Pericarditis bacteriana (purulenta)
– Los factores predisponentes más importantes son el derrame pericárdico en pericarditis urémica y la inmunosupresión con- dicionada por quemaduras extensas, inmunoterapia, linfoma, leucemia o SIDA.
– Tienen una mortalidad muy alta (70%), generalmente con una evolución fulminante en pocos días.
– El dolor pericárdico está ausente en la mayoría de los casos. El cuadro clínico lo dominan la sepsis y el taponamiento car- diaco.
– Son signos diagnósticos de utilidad: importante leucocitosis con neutrofilia, cardiomegalia radiológica, ensanchamiento mediastínico.
Pericarditis neoplásica
Se puede observar en el 5-15% de los pacientes con neoplasias malignas (cáncer broncogénico, cáncer de mama, leucemia, linfoma de Hodgkin y otros linfomas).
Se manifiesta clínicamente por derrame pericárdico hemorrágico y taponamiento cardiaco.
Pericarditis posradiación
Es una complicación frecuente en el tratamiento con radiotera- pia del linfoma de Hodgkin y del cáncer de mama.
La forma de presentación es una pericarditis aguda en el curso de los 12 meses siguientes a la radioterapia.
Clínica
Inflamación general
- Fiebre
- Infección de vías respiratorias altas. Aparación semanas antes de malestar general, fiebre y mialgias. Aparece semanas antes, y suele indicar pericarditis viral.
Inflamación pericárdica
El dolor pericárdico procede del pericardio parietal. En la pericarditis bacteriana, suele estar ausente el dolor.
- Precordial
- Continuo
- Dura varios días
- Aumenta con inspiración profunda. También con movimientos respiratorios, torácicos laterales y posición en decúbito dorsal.
- Mejora al inclinarse hacia delante
- Irradia a trapecio
Exploración
- Roce pericárdico. Es un signo patognomónico de pericarditis. No se escucha en todos los pacientes con inflamación pericárdica, o puede escucharse sólo en alguna etapa de la evolución. Se ausculta mejor cerca del borde paraesternal izquierdo, con el paciente inclinado hacia adelante y en espiración.
Diagnóstico
- El cuadro clínico ayuda a sospechar el compromiso pericárdico por las características del dolor y la aparición del roce pericárdico.
Pruebas
Electrocardiograma
- Elevación ST en “colgadura”. Es decir, cóncavo hacia arriba en todas las derivaciones.
- Onda T negativa. A lo largo de los días, el segmento ST vuelve a la normalidad, y se negativizan las ondas T.
- Descenso PR. Es el signo más específico.
- QRS de bajo voltaje.
Radiografía de tórax
- Cardiomegalia global
- Pérdida de bordes cardiacos normales.
- Signo de la «tienda de campaña». Si el derrame pericárdico es muy importante, condiciona la típica “imagen en cantimplora o en tienda de campaña”, muy sugestiva.
Ecocardiograma
Es el estudio más usado y eficaz para el diagnóstico de derrame pericárdico.
- Derrame pericárdico. El eco ermite discernir una cardiomegalia por derrame de una cardiomegalia por dilatación de cavidades.
Laboratorio
- Elevación de CPK y troponinas. Por afectación del miocardio subyacente.
Tratamiento
- Analgésicos. En la pericarditis postinfarto.
- Antiinflamatorios / Corticoides. Evitar en la pericarditis postinfarto, ya que empeoran su evolución.
- Punción. Si existe derrame, especialmente en la pericarditis urémica.
- Decorticación pericárdica. Indicado en la pericarditis urémica que no responde a tratamiento farmacológico.
– En la pericarditis viral y en el síndrome pospericardiotomía, ofrece buenos resultados el tratamiento antiinflamatorio (3-4 g de aspirina diarios, 600-800 mg/día de ibuprofeno, o 75 mg de indometacina diarios).
En casos rebeldes al tratamiento se pueden administrar este- roides: prednisona 30 a 60 mg/día, durante 5 días y luego reducir gradualmente la dosis. El fármaco más eficaz para la prevención de recidivas es la colchicina y, en caso de que éstas sean frecuentes y rebeldes, está indicada la pericar- diectomía. Debe evitarse el uso de anticoagulantes porque incrementan el riesgo de transformación hemorrágica.
Pronóstico
Mortalidad
- Alta. Especialmente la pericarditis bacteriana.
- Baja. Especialmente la pericarditis viral.
Recidivas
Frecuentes en la pericarditis viral.