Complicaciones mecánicas
Debe destacarse la diferencia del aneurisma (tiene las capas normales del ventrículo) del pseudoaneurisma (rotura cardiaca contenida mediante trombo), cuyo tratamiento es quirúrgico. El pseudopseudoaneurisma es una rotura incompleta de la pared ventricular.
- Rotura cardiaca. La frecuencia es del 2-3%. Puede ser aguda. El diagnóstico se realiza con ecocardiograma. Cursa con una disociación electromecánica: desaparición de pulso y tensión arterial, con actividad eléctrica mantenida en monitor. Aparece la 1ª semana post-IAM, a los 1-4 días. El tratamiento es la ciruría con colocación de parche.
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Complicaciones eléctricas
Arritmias supraventriculares
- Taquicardia sinusal. Frecuente por descarga simpática. Implica peor pronóstico si es persistente, porque suele ser expresión de la presencia de disfunción ventricular. Debe tratarse con betabloqueantes si es debida a descarga simpática sin insuficiencia cardiaca.
- Bradicardia sinusal. Sólo es necesario tratarla si hay compromiso hemodinámico o extrasístoles ventriculares frecuentes (si hay bradicardia y hay muchas EV, aumenta el riesgo de torsade de pointes). El tratamiento es atropina y, si no es suficiente, implantación de marcapasos transitorio.
- Fibrilación auricular y flútter. Su presencia se asocia a peor pronóstico. Si se asocia insuficiencia cardiaca, la digoxina es el fármaco frenador más utilizado. Si existe inestabilidad hemodinámica se realizará cardioversión eléctrica.
- Ritmo idioventricular acelerado (RIVA). Es un ritmo de origen ventricular (QRS ancho), habitualmente no taquicárdico (60-120 lpm), y que indica reperfusión, por lo que no se asocia a peor pronóstico y no necesita tratamiento. Es más frecuente en los IAM inferiores.
Extrasístoles ventriculares
Se encuentran en la mayoría de los pacientes. Si son frecuentes, multifocales y tempranas pueden desencadenar arritmias ventriculares sostenidas. Los betabloqueantes reducen la actividad de los focos ectópicos, disminuyendo por tanto el riesgo de dichas arritmias.
Arritmias ventriculares
- Taquicardia ventricular sostenida (aquella que se mantiene durante más de 30 segundos o con inestabilidad hemodinámica que requiere cardioversión eléctrica). Ensombrece el pronóstico, especialmente en pacientes con fracción de eyección baja. Si hay estabilidad hemodinámica, en el contexto de síndrome coronario agudo, puede tratarse con amiodarona o lidocaína. Como cualquier taquiarritmia, si existe compromiso hemodinámico, el tratamiento es la cardioversión eléctrica.
- Fibrilación ventricular. Es la causa más frecuente de muerte extrahospitalaria en el IAM. El tratamiento es la desfibrilación. Si ocurre en las primeras 24-48 h postinfarto no empeora el pronóstico del paciente y no será indicación de implantar un desfibrilador automático (DAI).
- Torsade de pointes. Secundaria a QT alargado, siendo una causa del mismo la pro- pia isquemia. Además pueden contribuir alteraciones electrolíticas (hipopotasemia, hipomagnesemia…) y/o antiarrítmicos. El tratamiento inicial es con sulfato de magnesio.
Las arritmias ventriculares en el contexto del IAM pueden clasificarse, con fines pronósticos, en:
- Primarias. En las primeras 24-48 horas tras el IAM. Superado el momen- to agudo, no implican peor pronóstico a largo plazo.
- Secundarias. Después de las primeras 24-48 horas. Se asocian a peor pro- nóstico y es necesario valorar implantación de un desfribrila- dor automatico (DAI) y/o estudios electrofisiológicos.
Complicaciones pericárdicas
Dos cuadros clínicos principales:
- Pericarditis postinfarto: en los primeros días. Más frecuente en los IAM transmurales. Se presenta con dolor pericárdico típico, roce a la auscultación y electrocardiograma típico de pericarditis.
- Síndrome de Dressler: desde primera semana en ade- lante.
- Parece tener una base autoinmune, con fiebre e inflamación de serosas (pleuritis, pericarditis…).
El tratamiento de ambos se basa en AAS o AINE, y si no hay mejoría pueden utilizarse corticoides. Está contraindicada la anticoagulación en estos pacientes por el riesgo aumentado de hemopericardio.